Según un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology, el agua de lluvia ya no es potable en ninguna parte del mundo, ni siquiera en la Antártida o la meseta tibetana, los lugares más remotos y con menor contaminación.
Se encontraron sustancias PFAS (perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) en la lluvia y la nieve a niveles medioambientales límites. Las PFAS se han asociado con una amplia gama de daños graves para la salud.
Por otro lado, recientemente, científicos de la Universidad de Canterbury encontraron partículas de plásticos en nieve recién caída de 19 sitios de la isla Ross de la Antártida. Esto pone en manifiesto el gran problema de contaminación por plásticos, hasta en las regiones más remotas del mundo.
Estas partículas de plástico ya habían sido detectadas en el agua y hielo de la Antártida, pero es la primera vez que se ve en la nieve fresca. Los científicos indicaron que estas partículas viajaron miles de kilómetros a través de corrientes de aire hasta llegar allí, aunque también consideran que son producto de la presencia humana en la Antártida
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